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Balance de la apertura energética: entre 43 marcas de gasolina y 14 consultas previas

elmercado.mx | México. (Carlos Macías). En línea con una política energética que data de finales de la década de 1990, el modelo impulsado este sexenio en México ha consolidado la apertura hacia sectores de hidrocarburos, combustibles, gas natural, eléctrico y de las llamadas energías limpias.

El conjunto de inversiones realizadas en esos rubros durante este gobierno, de acuerdo con la versión optimista transmitida por el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, podría alcanzar un monto cercano a los 200 mil millones de dólares (contrástese esa cifra con nuestra nota de esta semana sobre Inversión Extranjera Directa, IED).

Aunque los resultados prácticos se verán en el largo plazo, de algún modo se ha desplegado el horizonte imaginado por los responsables de la política energética de la Federación desde al menos 1994.

Se trata, en términos de concepto, del ‘nuevo modelo energético’. Vamos por partes para conocer cómo avanzó cada sector.

Terminales de almacenamiento

Como consecuencia de la apertura multianual en la industria de gasolinas y diésel, diversas empresas mostraron interés en el desarrollo de 48 proyectos de terminales de almacenamiento.

Ello significará en su momento un incremento esperado de 31 millones de barriles en la capacidad actual, un 177% más.

Los resultados que habrán de ofrecer esos 48 proyectos implicarán que el país pasará de los tres días promedio de almacenamiento que tiene en la actualidad, a una capacidad de contención de 10 a 13 días (hacia su venta).

Expendio de combustible

Para la colocación directa en el mercado de las gasolinas y el diésel (en gran parte de importación), la llegada de nuevas opciones para los consumidores ha arrancado con fuerza este 2018. A la fecha se cuenta con más de 43 nuevas marcas de gasolineras.

Con la experiencia cotidiana de la vista, los ciudadanos hemos visto en todas las ciudades del país una gradual carrera en la concesión de gasolinerías. ¡Vaya transformación del paisaje urbano con nuevas esquinas expendedoras de combustible y, en ocasiones, con precios móviles que nos provocan intranquilidad!

Algunas estaciones de servicio para expendio se han asociado y reconfigurado; otras se han creado desde cero. Todas han adaptado su oferta a los términos nuevos de la competencia.

Se cuenta hoy con 11 mil 973 estaciones de servicio en el país, donde el 24% ostentan una nueva marca, muchas veces no del todo desconocida: es decir, muy familiar, global.

Hidrocarburos

El secretario de Energía Joaquín Coldwell ha mostrado el optimismo gubernamental al referirse a lo que llama “renovado dinamismo que ayudará a frenar la caída de la plataforma productiva petrolera”.

El hecho es que, como balance, hasta ahora se han concluido nueve licitaciones petroleras y tres llamados farmouts de Pemex, esa modalidad de asociación estratégica con una empresa, que ofrece derechos de explotación y producción.

Ello implica la celebración de 107 contratos con adjudicación. En promedio, las utilidades futuras que se espera obtenga el Estado alcanzarán el 74%

Lo que en lo sucesivo empezaremos a llamar en este país “sistema industrial privado de hidrocarburos”, congrega ya a 73 nuevas empresas, entre las cuales 34 son mexicanas, y 20 proceden de otras naciones.

Las inversiones estimadas que esas empresas han empeñado y comprometerán podrían superar los 160 mil millones de dólares. Ello representará en teoría la generación de 900 mil empleos directos e indirectos, mientras los contratos permanezcan vigentes.

Sin duda que esto es tema de interés en el debate por la carrera presidencial; y honestamente, creemos que en el futuro nadie podrá, ni querrá, dar marcha atrás. Ya se verá.

Por fuerza, la inversión deberá incorporar nuevas tecnologías para acceder al petróleo y gas ubicado en yacimientos de gran complejidad tecnológica, que posee significativos riesgos técnicos, pero sobre todo elevados costos financieros.

Es el caso de las aguas profundas del Golfo de México, las llamadas lutitas, en Chicontepec y en los campos terrestres maduros, donde se encuentra cerca del 79% de la riqueza petrolera y gasífera de nuestro país.

Hasta ahora, dos de las empresas que obtuvieron contratos, han anunciado hallazgos promisorios en aguas someras del Golfo de México, cuyos recursos estimados serían cercanos a 5 mil 500 millones de barriles.

Se espera que esos hallazgos pasen a la etapa de producción comercial a partir del año 2019.

Con confianza moderada, la Secretaría de Energía estima que el próximo año, en el 2019, se empezarán a ver materializados los primeros resultados de las rondas petroleras en la plataforma productiva. Es probable que así sea.

Gas natural

En materia de gas natural, el gobierno federal espera concluir una línea de conducción con cerca de 18 mil 800 kilómetros (66% adicional, a la que había en el 2012). No será casual que el beneficiario mayor sea el sector eléctrico, al contar con un insumo limpio para la generación de electricidad.

En el escenario ideal, el sector eléctrico tendría acceso en breve a un energético menos costoso, por lo que la red de gasoductos también podría beneficiar al desarrollo industrial (económico) en aquellas entidades a donde llegan las obras de conducción.

Energía eléctrica

Respecto a las tres subastas eléctricas realizadas, el resultado ha sido un compromiso conjunto de inversión por cerca de 8 mil 600 millones de dólares. Con base en esas tres subastas concluidas, en los próximos tres años se construirán 65 nuevas centrales, 40 solares y 25 eólicas.

De acuerdo con la Secretaría de energía, los precios obtenidos en las subastas se encuentran entre los más bajos en el mundo. Las ofertas que alcanzaron en la última licitación, fueron 17.7 dólares por megawatt hora para la eólica, y 19.7 dólares para la solar fotovoltaica.

La Secretaría de Energía presumió que se trata de las tarifas de generación eléctrica eólica más bajas del planeta, y es posible que tenga razón.

En el 2015 había 37 parques eólicos. En el 2017 ascendieron a 46. Se espera que en el 2021 se llegue a 66.

Si prosperan los proyectos, no se descarta que en el año 2020 se cuadriplique la capacidad instalada respecto al 2012, tanto en plantas eólicas como solares. En ese escenario probable, 17 estados del país contarán al menos con una central de generación limpia.

En el mundo, la industria solar y eólica están mostrando un renovado dinamismo. El promedio mundial de crecimiento de la energía eólica, en el periodo 2016-2017, fue de 10%. En cambio, en México -sostiene la Secretaría de Energía-, se está creciendo al 25%. Un porcentaje creciente comprensible, porque asistimos apenas a la etapa de impulso inicial.

Consultas previas

Una condición central para que los proyectos de energía prosperen tiene que ver con la creación de condiciones locales propicias y, de algún modo, con la sanción y asentimiento de los pueblos asentados. Se requiere de una química local idónea, aunque ésta impone caminos diferenciados, tratamientos casi individualizados.

Las consultan han abarcado un total de 83 comunidades, que pertenecen a 11 estados. Debe precisarse que los actores mayores de las consultan no se ubican necesariamente en la órbita del gobierno federal; hablamos, desde luego, de la parte local; y de la parte interesada en realizar la inversión.

Durante el periodo de 2014 – 2017, se realizaron 14 consultas en otras tantas regiones. De ellas, cinco permanecen en proceso.

De las nueve consultas concluidas, por el momento en ocho se ha obtenido consentimiento para la realización de los proyectos.

Durante el periodo de 2014 – 2017, se realizaron 14 Consultas, de las cuales cinco continúan. Abarcan un total de 83 comunidades, pertenecientes a 11 estados.

Proyecto agropecuario. Al fondo, una granja eólica. Imagen cortesía de Acciona.

Las 14 consultas están relacionadas con los siguientes proyectos (ofrecemos la fuente, en caso de interés del lector en la consulta individual):

¿Qué falta?

Al cierre del sexenio, existen aún dos convocatorias de licitación en marcha. Su objetivo en teoría es el mismo, “promover la ampliación de la capacidad de generación de electricidad verde”.

Consisten en la construcción de nuevas líneas de transmisión. Se trata de una licitación con el proyecto de unir el sistema aislado de energía de Baja California con el resto del país, a través de un circuito de mil 400 kilómetros de longitud.

La segunda está destinada a la construcción de otra línea eléctrica de mil 658 kilómetros circuito de longitud, misma que habrá de extenderse desde el Istmo de Tehuantepec hasta el centro del país.

Podría sostenerse, sin ambages, que todo ello se ha derivado de acciones en el marco de la reforma energética.

Apreciamos una expectativa moderadamente optimista hacia el proceso de impulso de las energías limpias, si lo comparamos con el proceso de expansión extractiva de los hidrocarburos.

La negociación en el marco de las consultas previas es un espacio central que podría ofrecer mayores o menores posibilidades de reproducción y fomento de las energías limpias. Requiere de alta sensibilidad institucional y empresarial.

El tiempo ofrecerá el mejor balance acerca de los resultados.

Fuente: Secretaría de Energía, INEGI.

Imagen de la Portada: cortesía de CANIE (Cooperación de América del Norte en Información Energética)