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¿Cómo impactarán las monedas digitales en nuestras vidas?

Por Joyce Kim. Estados Unidos tiene el sistema bancario más sólido y consolidado en el mundo. En muchos sentidos, ha sido la tierra de las oportunidades, sus carreteras parecieran estar pavimentadas con oro. El dinero funciona muy bien. Sin embargo, el 15% de los estadounidenses viven actualmente por debajo del umbral de la pobreza. Así que es bueno preguntarse, ¿qué tan bien funciona su sistema de dinero?

Joyce Kim

De acuerdo con la Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC), casi un tercio de los estadounidenses no están bancarizados o están sub-bancarizados, lo que significa que no tienen una cuenta bancaria para utilizar los servicios financieros no tradicionales. 65 millones de estadounidenses no tienen puntaje de crédito -lo que los hace invisibles-. El estadounidense promedio gasta $ 225 al año en comisiones bancarias. Más del 60% de las ganancias de los bancos provienen de cuotas por sobregiros. No es de extrañar que un grupo de ciudadanos protestara hace apenas un mes en una sucursal del Bank of America ubicada a una cuadra de mi casa.
¿Qué significa no tener una cuenta bancaria en los Estados Unidos (y en muchos países)? Usted deberá portar su dinero en efectivo. Tendrá dificultades para conseguir un seguro de salud. No podrá comprar cosas en línea donde los bienes son más baratos. Usted estaría en riesgo de perder su dinero o ser robado en la calle o en su casa. Su dinero pierde valor justo con la inflación. Perderá el tiempo haciendo fila para verificación de cuentas de cheques en ventanilla para cobrar su salario.

Usted no tendrá un buen puntaje de crédito, por lo que no podrá hacer cualquier adquisición importante que requiera un buen crédito, como la firma de un contrato de arrendamiento.

Se le cerrarán las puertas de lo que el resto de los estadounidenses ve como vida normal. En este día y a nuestra edad, es casi imposible satisfacer nuestras necesidades más básicas – alimento, vivienda y educación sin una cuenta bancaria. Esto no sólo se relaciona con el problema de los “inmigrantes en América”. Es el núcleo del tema de “ser pobre en Estados Unidos”.
El artículo 22 de la Declaración Universal de Derechos Humanos establece que toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado. Sin embargo, si no se tiene acceso a los servicios financieros básicos en los Estados Unidos, resulta cada vez es más difícil conseguir un techo para vivir y además pagar las deudas.
Los servicios financieros básicos son un primer paso crítico en el cuidado y el avance de nosotros mismos, de nuestras familias y de nuestras comunidades. Sin ellos, queda fuera del alcance un nivel de vida adecuado. A pesar de ello, millones de estadounidenses no tienen acceso a los servicios financieros básicos. A nivel mundial, el número es aún más impresionante: 2,5 mil millones de adultos en el mundo son tan pobres que no pueden pagar el costo de sus servicios bancarios básicos. Debo decir que para nada soy anti-bancos, ¡por el amor de dios!, siempre me he considerado un capitalista de riesgo.

Pero creo que la gente necesita tener acceso a un sistema financiero que le permita tomar el control de sus finanzas y de su vida. Se ha convertido este derecho básico en un precursor de nuestros otros derechos básicos. Voy al grano. ¿Qué tienen que ver el bitcoin o cualquier otra moneda digital con todo esto? Bitcoin comenzó con la esperanza de levantar una amplia plataforma de intercambio de moneda universal. Se creó un protocolo para el dinero que funciona como la Internet. Permite que cualquier persona con acceso móvil o web pueda guardar, enviar o recibir dinero.

De alguna manera, a lo largo de las últimas décadas, nos acostumbramos a la idea de que hay que pagar para usar el dinero. Las empresas de servicios financieros se han convertido en guardianes de nuestro dinero y por ello hasta debemos pagarles por el acceso básico a realizar transacciones con nuestro dinero-.

Hay cuotas mensuales de cheques y cajeros automáticos, comisiones por sobregiro y tasas de transferencia muy similares a los tiempos pasados, pre internet, en que solíamos tener que pagar dinero por enviar información, como una carta. Pero hoy en día, el correo electrónico, los blogs y los tweets son gratuitos. Claro, hay servicios de alta calidad que se pueden pagar por conseguir personalización o mayor seguridad; pero en realidad el acceso en la línea de base es gratuito. Los protocolos de las divisas digitales nos ofrecen hoy una esperanza para un futuro diferente. Son protocolos que no son propiedad de nadie. No hay portero que pueda cobrar por el acceso básico.

¿Qué significaría esto en la práctica? Significa que el pago de los servicios financieros no será equivalente al pagar por el acceso: porque el acceso es de hecho universal. Seguiríamos con la opción de pagar por servicios de valor agregado, pero lo importante es que tendríamos acceso a los servicios financieros básicos de la manera en que se tiene correo electrónico hoy en día. Y las personas que no puedan pagar en contrato con los bancos regulares podrán dejar de ser invisibles. Les daría a todos oportunidad.Esta es la promesa que yo veo en el protocolo.

Pero para que esta promesa se cumpla, necesitamos más gente en la red. Al igual que el correo electrónico, que sólo funciona si ambas partes en una transacción tienen una cuenta. La gente tiene que estar conectada. La primera vez que me involucré en el espacio de la moneda digital, bitcoin no era un vehículo de inversión para mí. Esta moneda digital era una manera en que podía ponerme de pie y ser contado como sujeto de crédito. Sentí que podría ser uno de los enlaces que se conectaba a la gente por medio de un mecanismo con el futuro, en el que todos tenemos el mismo acceso a los servicios financieros básicos.

Podemos elegir vivir en una sociedad donde el acceso a nuestro sistema financiero se administre y dosifique por actores externos a nosotros, o podemos elegir un sistema que esté abierto como la propia Internet. No sé si bitcoin será el ganador final de nuestro futuro financiero, pero sin duda bitcoin ha sido un pionero que nos ayudó a impulsar la visión de un futuro en el que la infraestructura financiera podría ser un bien público, al igual que el Internet lo es hoy en día. Ya sé que podría parecer difícil y hasta extraño participar hoy aquí, porque la moneda digital puede ser tan confusa para mucha gente, pero yo pondré de mi parte. Levanta la mano para ser contado. Si me envías un tweet esta semana (@joyce) te regalaré un poco de moneda digital para empezar (dogecoin porque, bueno, ¡es divertido!). Permanece en contacto.

Blog de Joyce Kim

(Traducción: Carlos Macías)