elmercado.mx. (México). Carlos Macías. El pasado 7 de junio fue anunciado uno de los planes relevantes para el futuro económico y energético de la Península de Yucatán. Se trata del inicio de la licitación para ofrecer abastecimiento de gas a la industria, al comercio y a diversos servicios (incluido el consumo doméstico).
Lo primero que debe destacarse es que la licitación correspondiente, publicada el 2 de junio, no puede uno separarla de los dos grandes procesos de promoción de infraestructura regional en marcha: uno vinculado al impulso de la producción y consumo de las llamadas energías limpias (eólica y solar), y otro asociado con la atracción de inversión foránea y nacional, con base en la zona de económica especial (Campeche y Yucatán).
Con frecuencia se prioriza el papel central que puede jugar la logística, el almacenamiento y el transporte en el corredor Mérida-Progreso. Pero se desestiman los términos en que está concebida la zona económica especial.
La inversión esperada, en el marco de la zona económica especial, está asignada a procesos encadenados con la educación tecnológica. Algunos de ellos consisten en la implantación de desarrollo de redes, el impulso a internet de las cosas o el desarrollo de aplicaciones, pero la base de oportunidades parte de su enlace con centros de desarrollo (tecnológico y académico) del sur de Estados Unidos.
Riesgos y oportunidades
Esta dinámica de inversiones permite prever que, en las próximas dos décadas, se podría generar en la Península un considerable impacto en los renglones de asentamiento, movilidad, transporte, educación y capacitación, consumo energético, retos de demanda turística y de seguridad, así como un auge de la conectividad peninsular.
Cierto, todos estos procesos podrían representar alta generación de empleos, incluso con relativa remuneración de calidad (especialización), pero también impondrá nuevos retos, tan difíciles como ineludibles.
Es necesario atender, analizar y responder, con visión de largo plazo, a la creciente demanda de uso del suelo. Digamos, colocarle pronto un foco amarillo, para revisar sus implicaciones legales, sociales, ambientales.
En una palabra, aprender de los adversos ejemplos de apresuramiento dentro de la vertiginosa privatización costera de Quintana Roo.
Los que aún no han sido invitados a la fiesta
En Yucatán y en Campeche, es necesario transparentar el papel de los actores económicos y políticos en los procesos de crecimiento urbano: otorgar mayor visibilidad y consentimiento social al intenso proceso de adquisiciones de predios conurbados, así como socializar la información básica -nunca está de más- acerca de la esfera de acción que corresponde a cada una de las instituciones de los tres niveles de gobierno.
Se requiere generar información en beneficio de la toma de decisiones de los que no han sido invitados a la fiesta, pero que son actores centrales: las autoridades ejidales (heterogéneas, a veces titubeantes, pero siempre legítimas), en especial porque gran parte de éstas han figurado como testigos desinformados del apetito conurbado, de las tendencias urbanas expansivas (con ventajas y desventajas) y, ante todo, para que aprecien también el significado de los intereses que se superponen, a veces incluso hasta con escaso rubor, donde lo mismo se alternan máscaras de la vida pública, privada y corporativa.
Ello es relevante en la medida en que la desinformación y la colusión de intereses pueden generar factores de inequidad hacia la población originaria (a la luz de los derechos históricos de tenencia), mismos que corresponde a las instituciones atender. Hablamos de crear un entorno útil para el consentimiento informado, transparente y participativo.
Del Camino Real a la Costa Oriental: transporte + energía + turismo
El director del Centro Nacional de Control del Gas Natural (CENAGAS), David Madero Suárez, dio a conocer la apertura de la licitación correspondiente, con una inversión esperada de hasta 750 millones de pesos.
Madero Suárez anunció también que la firma francesa especializada en energía, ENGIE, invertirá los 50 millones de dólares (aproximadamente mil millones de pesos) en instalaciones para interconexión de su sistema de transporte.
¿Por qué invertir en el transporte de gas hacia la Península?
El objetivo de la inversión en gas podría entenderse mejor, si se incorpora la proyección del crecimiento la actividad económica en la región, en especial, con la expectativa de inclusión en la Zona Económica Exclusiva. Esto es, se buscará incrementar la oferta de gas natural en este territorio a través de la construcción de infraestructura.
Es evidente que, en el marco de la dinámica de crecimiento industrial y comercial, la región sur-sureste del país ha presentado un déficit de disponibilidad de gas natural -de acuerdo con los términos de la Secretaría de Energía-.
La red que se proyecta contribuirá a repotenciar y redireccionar la estación de compresión de Cempoala, en el sur de Veracruz.
Si hay perfume y gas natural, ahí está Francia
La empresa francesa ENGIE tiene proyectado interconectar su gasoducto Mayakan (es de su propiedad), al sistema de transporte de gas (SISTRANGAS). La firma tiene planeado activar las estaciones de compresión para conducir la molécula al sureste.
Estas acciones son parte del plan quinquenal de la Secretaría de Energía. Ahora mismo, se construye un gasoducto submarino de Texas a Tuxpan, Veracruz. De modo que las inversiones de Yucatán están enfocadas a recibir el redireccionamiento de la Estación de Compresión de Cempoala, Veracruz.
De acuerdo con Pedro Joaquín Coldwell, el nuevo abasto de gas, permitirá “hacer frente a la apremiante necesidad de suministro de gas natural en la península de Yucatán”. Se espera que en el primer trimestre de 2019, se incremente de modo sustancial la oferta de gas natural en la península de Yucatán.
Por lo pronto, el mayor beneficio será para las plantas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el consumo del sector privado.
Fuente: Con información de Secretaría de Energía, México. INEGI
Imagen de la portada: SENER