elmercado.mx | México. (Carlos Macías). La ocasión las junta. Las noticias que aparecen a mitad del año, suelen marcar la agenda nacional y permiten imaginar qué tan agitada será la ruta hacia el cierre anual. Y en año electoral…, más.
El primer paso lo ha dado este jueves 31 de mayo el gobierno de los Estados Unidos, al confirmar la imposición de aranceles en acero (25%) y aluminio (10%), aplicables a cargas provenientes de México, Canadá y la Unión Europea.
Vale recordar que entre las tres regiones suministran casi la mitad del metal que importa Estados Unidos.
La aplicación de dichas medidas es para ya, según afirmó Wilbur Ross, secretario de Comercio, en una conferencia telefónica con reporteros estadounidenses de la fuente presidencial. Entrarán en vigor la tarde de este jueves.
Obús selectivo
Se adujo que se trata de medidas convenientes para “Seguridad Nacional de los Estados Unidos”.
Pero es evidente que el obús arancelario tiene un objetivo predefinido: presionar el ritmo de negociación con los dos vecinos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
La guerra comercial ha empezado
Este mismo jueves se informó que la Asociación de Aluminio, que representa a la mayoría de los productores de aluminio en los Estados Unidos, se declaró “decepcionada” por el anuncio.
De acuerdo con la nota de The New York Times, Heidi Brock, presidenta de tal Asociación, dijo que la medida haría poco para abordar el mayor problema del exceso de capacidad en China, en tanto que “distancia potencialmente a los aliados e interrumpe las cadenas de suministro de las que depende más del 97% de los empleos de la industria del aluminio en Estados Unidos”.
Por su parte, los funcionarios europeos se están preparando para imponer gravámenes en represalia. Se habla de un estimado de 3 mil millones de dólares en productos estadounidenses de importación después de junio.
Los aranceles europeos se enfocarán en mercancías como Jeans Levi’s, que se producen justo en aquellos estados representados por legisladores republicanos que han respaldado la posición del presidente Trump.
Lo mismo hizo México hoy, como establecemos abajo. Sus tarifas de respuesta estarán dirigidas a las importaciones de Estados Unidos que provienen de estados llamémosle hostiles. Los productos elegidos buscan tener mayor impacto en las áreas que respaldaban a Trump.
De acuerdo con la propia Oficina de Comercio de los Estados Unidos, los 10 países que más exportan acero son: Canadá (17%), Brasil (14%), Corea del Sur (10%), México (9%), Rusia (8%), Turquía (6%), Japón (5%), Alemania (4%), Taiwan (3%) y China (2%).
Exportación de acero en ascenso
Las exportaciones de acero mexicano a los Estados Unidos habían mostrado un excelente trimestre entre diciembre del 2017 y febrero 2018: un aumento de 300% respecto al periodo previo (7,520 toneladas métricas).
Nos llama la atención porque justo en el registro previo (marzo-noviembre 2017) apenas se habían promediado por mes 1,880 toneladas métricas. (Véase la estadística estadounidense en el documento de la Oficina de Comercio).
Por país, China lidera la producción mundial; en tanto que la empresa de la India, Arcelor Mittal, es la mayor del mundo.
Mantener en vilo a los socios
La medida se produce después de meses de incertidumbre durante los cuales la administración Trump esbozó exenciones potenciales a las tarifas.
El desconcierto y desazón sumió hoy el ánimo no sólo de los socios norteamericanos, sino de los productores de manufactura estadounidense.
Como bien observa hoy The New York Times, “al tratar de generar influencia manteniendo en vilo a sus socios comerciales, la administración Trump sembró una atmósfera de caos entre los aliados, y de los propios fabricantes que no estaban seguros del impacto final en sus vastas cadenas de suministro”.
Sobre la parte europea, la administración Trump señaló que “no había habido suficiente progreso como para justificar otra exención temporal o una exención permanente”. Lo mismo aplicó para los países vecinos de Norteamérica.
Respuesta espejo mexicana
Apenas una hora más tarde, la Secretaria de Economía de México divulgó un comunicado donde dio a conocer las medidas equivalentes que impondría a un paquete de bienes importados de Estados Unidos.
El comunicado destacó:
“México lamenta profundamente y reprueba la decisión de los Estados Unidos de imponer estos aranceles a las importaciones de acero y aluminio provenientes de México a partir del 1 de junio, bajo el criterio de seguridad nacional.”
La perspectiva mexicana parte del hecho de que el acero y el aluminio son insumos que contribuyen a la competitividad de varios sectores estratégicos y altamente integrados en América del Norte: el automotriz, aeroespacial, eléctrico y electrónico, entre otros.
Tal integración explica el hecho de que, paradójicamente, México sea el principal comprador de aluminio y el segundo de acero de Estados Unidos,
Por lo pronto, en respuesta ante los aranceles impuestos por Estados Unidos, México impondrá medidas equivalentes a un paquete diverso de productos: aceros planos (lamina caliente y fría, incluidos recubiertos y tubos diversos), lámparas, piernas y paletas de puerco, embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos, diversos quesos, entre otros.
Se buscará que el impacto de la respuesta alcance el monto que lo haga equiparable al nivel de la afectación a las exportaciones mexicanas.
La vigencia de esta réplica permanecerá, se anunció, “hasta en tanto el gobierno estadounidense no elimine los aranceles impuestos”.
El peso: indicador de percepción
De modo simultáneo, el mercado de cambios reaccionó a la defensiva y, como suele ocurrir, parece apostar al refugio de la divisa mayor, externa.
El peso coqueteó desde temprano con los 20 dólares en las casas de cambio.
Se espera que a la naturaleza volátil que hoy padece nuestra divisa no se le asocien noticias o pronunciamientos internos que envíen señales equivocadas, o indicios de experimentación en los espacios y decisiones clave de gestión pública en la economía. Particularmente, uno pensaría en los proyectos de energía, los planes en marcha de infraestructura.
Con todo, estimamos que no se presentarán intenciones no ponderadas, no meditadas, con propósitos de reorientación del presupuesto -en demérito del equilibrio fiscal- para los años venideros.
Que llegue la jornada electoral, qué rayos.
Fuentes: con información de la Oficina de Comercio de Estados Unidos, la Secretaría de Economía de México.
Portada: Imagen de Ternium.
