¡Mineros de todos países, uníos!
La atención y la actividad creada alrededor del crecimiento de las monedas y protocolos encryptados se ha acrecentado en todo el mundo.
Cualquier persona puede participar desde su equipo de cómputo en la generación de algoritmos, en la identificación de bloques y en la emisión de cadenas encriptadas que, poco a poco, hacen crecer la “base monetaria” global. La demanda y el valor de cambio aumenta. La facilidad de su uso posee atributos que le harán indispensanble, pese al compresible escepticismo de personas e instituciones actuales.
Las cryptocurrencies son monedas peer-to-peer (P2P).
Ello significa que no existe una autoridad central que rastrea las transacciones monetarias realizadas. Esta tarea es manejada de manera colectiva por la misma red.
Las cryptocurrencies utilizan una llave pública criptográfica.
Una moneda contiene la llave pública de su dueño.
Cuando una moneda es transferida del usuario A al usuario B, A añade la llave pública de B a la moneda y luego firma esta moneda con la llave privada del usuario A.
Ahora el usuario B posee la moneda y puede transferirla cuando desee.
El usuario A no puede volver a transferir la misma moneda que ya transfirió a otro usuario porque la red mantiene una lista pública de manera colectiva con todas las transacciones realizadas.
Antes de cada transacción se verifica la validez de cada moneda.
Las cryptomonedas son enviadas fácilmente a través de Internet, sin tener que confiar en intermediarios.
Las transacciones:
Son irreversibles por diseño.
Son rápidas. El dinero recibido está disponible para gastar en minutos.
Cuestan muy poco, especialmente en comparación con otras redes de pago.
La oferta de cryptomonedas está regulada por el propio software y el consenso de los usuarios del sistema y no puede ser manipulada por ningún gobierno, banco, organización o individuo.
El incremento limitado de la oferta monetaria del sistema Bitcoin (la creación de nuevas monedas) se distribuye de manera uniforme (según la potencia computacional) a los nodos participantes, denominados mineros, que contribuyen a asegurar la red.
La minería de bitcoins, así como del resto de las cryptomedas es el proceso mediante el que se generan los bloques de la cadena de bloques, lo que constituye la manera de procesar y verificar las transacciones. Agregar un bloque a la cadena de bloques es difícil, requiriéndose tiempo y potencia de procesamiento para conseguirlo. Entonces, ¿qué incentivo tendría nadie para realizar el esfuerzo de generar un bloque? La respuesta es que la persona que gestiona la producción de un bloque consigue una recompensa. Dicha recompensa es doble: Por una parte, el productor consigue una gratificación de un número determinado de bitcoins, acordado por la red (actualmente esta gratificación es de 50 bitcoins; este valor disminuirá a la mitad cada 210.000 bloques). Por otra parte, cualquier comisión que pudiera estar presente en las transacciones que se incluyan en el bloque, podrá ser reclamada por el productor de dicho bloque.
Esto da lugar a la actividad conocida como “minería de cryptocurrencies” – usar potencia de procesamiento para producir un bloque válido, y como resultado “extraer” algunas bitcoins. Las reglas de la red se establecen de forma que la dificultad se ajusta para mantener la producción de bloques en aproximadamente uno cada 10 minutos. De esta forma, un mayor número de mineros participantes en la actividad de minería, implicará una mayor dificultad en la generación de un bloque para cada minero individual. Una mayor dificultad total implicará, para un atacante, una más difícil sobreescritura del extremo de la cadena de bloques con sus propios bloques (lo que le permitiría el doble gasto de sus monedas. Ver la página de vulnerabilidades para más detalles).
Además de la importancia para el mantenimiento de la base de datos de transacciones, la minería es también el mecanismo por el que las bitcoins son creadas y distribuidas a las personas en la economía bitcoin. Las reglas de la red se establecen de tal forma que en los próximos cien años, décadas más o menos, serán creadas un total de 21 millones de bitcoins. En lugar de tirar dinero desde un helicóptero, se premia con bitcoins a aquellos que contribuyan con la red en la creación de los bloques de la cadena de bloques.
¡Mineros de todos países, uníos!