Reporte de Valerie Volcovici y Timothy Gardner. Editado por Lisa Von Ahn. (Reuters)
El fracking (o fracturación hidráulica para encontrar gas shale y petróleo) no ha dado lugar a la contaminación generalizada del agua potable, señaló este jueves dijo la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos en un esperado proyecto de estudio, aunque advirtió que ciertas actividades de perforación podrían plantear riesgos.
El estudio, solicitado por el Congreso y con cinco años de trabajo, encontró casos específicos en los que las fuentes de agua fueron afectadas por la fracturación hidráulica, la inyección de grandes cantidades de arena, agua y productos químicos a gran profundidad, para romper formaciones rocosas abiertas en busca de gas natural y el petróleo.
La EPA también encontró riesgos hacia el agua potable en las formaciones donde se produjo la fractura hidráulica y donde los suministros de agua eran escasos.
Pero en general, la EPA vio poco impacto a los suministros de agua de los miles de pozos de fracking en todo Estados Unidos.
El proyecto de estudio le dará a los reguladores estatales, a las comunidades locales y a las empresas “, un recurso crítico para identificar la mejor manera de proteger la salud pública y sus recursos de agua potable”, señaló el asesor científico de la EPA Thomas Burke.
Otras vulnerabilidades a los suministros de agua provenientes de las actividades relacionadas con el fracking, pueden resultar de aquellos pozos entubados inadecuadamente o cementados, mismos que dejan escapar gases y líquidos bajo la tierra cuando las aguas residuales tratadas de modo inadecuado se descargan en el recurso, según el estudio.
El diagnóstico contiene una recopilación de más de 900 referencias y citas, que soportan la investigación realizada agencia, la cual además ha sido sometida a la “revisión amplia de pares,” Burke dijo a los periodistas.
Los grupos ecologistas ponen en duda las conclusiones de la EPA
“Todavía hay lagunas importantes en la comprensión científica de fracking”, dijo Amy Mall, analista de políticas en el Consejo de Defensa de Recursos Naturales. “Este estudio es un referente específico y limitado, como lo ha explicado la misma EPA, lo que hace imposible comprender plenamente todos los riesgos en este momento.”
Mall reconoció, sin embargo, que a diferencia de las últimas actualizaciones del estudio, la EPA esta vez reconoció que hay algunos efectos sobre el agua.
Marcos Brownstein, vicepresidente del Fondo de Defensa del Medio Ambiente, dijo que el proceso de fracking en sí es tan sólo un factor de riesgo.
“La integridad física permanente de los pozos y la inversión de millones de galones de aguas residuales al volver a la superficie después de fracking, durante la vida útil de cada proyecto, representan retos aún más grandes”, señaló. “El enfoque perseverante en estos temas por los reguladores y la industria es crítico”.
Burke, de la EPA, dijo a periodistas que las compañías de petróleo y gas fueron una importante fuente de información sobre los sitios y las prácticas de trabajo, y que la agencia tenía una “relación muy cooperativo con la industria.”
Grupos energéticos abrazaron los resultados de la EPA, recordando que ello coincide con estudios previos sobre seguridad que han realizado el Departamento de Energía y el Servicio Geológico de Estados Unidos.
“El informe contradice el reclamo más frecuente de los activistas anti-fracking, que han hecho de ‘la contaminación del agua’ el fundamento mismo de su campaña contra la fracturación hidráulica”, dijo Katie Brown, portavoz de la Asociación Independiente del Petróleo de Energía de los Estados Unidos, en área de profundidad.
El Instituto Americano del Petróleo dijo que el estudio confirmó el registro del sector en el renglón de “mejoras de seguridad continua”.
El proyecto de estudio se someterá a una revisión abierta externa y del Consejo Consultivo de Ciencias de la Agencia, para completar el proceso para el próximo año.
Traducción: Carlos Macías R.