México. elmercado.mx (Carlos Macías). América Móvil decidió este mediodía dar por concluidas las conversaciones con directivos de la telefónica holandesa KPN, para adquirir el 70% de las acciones de ésta que no posee.
Desde hace algunas semanas, el diálogo parecía haber caído en un impasse, y cada parte ahora nos ofrece con sinceridad una versión propia.
Por lo pronto, la prensa especializada de los Países Bajos, así como la pesada burocracia ligada a KPN, pueden tomar un respiro liberador (incluida su Fundación, a la cual el esquema proteccionista holandés le había reconocido, de pronto, una tenencia accionaria de 50%).
La seguridad nacional holandesa estará ahora a salvo (el manejo de información confidencial se mantendrá en tierra baja), los sindicatos de KPN no temerán que sus contratos sean amagados por una revisión indeseable y, en suma, “la sociedad holandesa en general” -a la que invoca habitualmente todo comunicado oficial- recobró la tranquilidad.
Aún así, los directivos de KPN prefieren visibilizar los argumentos relativos al precio. Señalan que América Móvil no se movió del precio ofrecido por acción (2.40 euros), pero no dejan de esbozar el verdadero obstáculo que levantaron.
Subrayan que les interesan los sindicatos, sus contratos, la seguridad nacional y la sociedad holandesa, pero lo cierto es que nunca quisieron discutir las amplias garantías que en esos renglones ofrecía América Móvil. Sólo advertían que esos delicados temas serían abordados en el capítulo II, una vez que el precio por acción fuera mejorado (¿3.00 euros?). Un círculo vicioso, pues.
En paralelo, insistían en abstracto que los eventuales compradores tendrían que garantizar el cumplimiento de las condiciones vigentes a “accionistas, empleados, clientes, sindicatos y a la sociedad holandesa en general”. [sic].
¡Imagínese si a cualquier empresa holandesa que desee invertir en América se le impusieran, además, tan abstractos valladares!
Algunos analistas europeos destacan el escaso conocimiento de las formas de negociación en el viejo continente (acerca del papel proteccionista de esa Fundación), por parte de América Móvil. El razonamiento de la empresa mexicana, en cambio, parte de lo que cree es un cauce global: “corresponde a los accionistas de KPN, a quienes está destinada la Oferta, decidir si el precio es justo”, no a la directiva o a la Fundación.
¿Cómo afectará el hecho a ambas empresas?
En el corto y en el mediano plazo la noticia, por sí misma, dista de ser negativa para la empresa insignia de Carlos Slim.
La expectativa de cortar por lo sano la aventura europea transmitió tranquilidad a sus accionistas: el precio de la emisora AMX en México alcanzó un ascenso significativo intradía (más de 6%), y cerró en +3.17%.
En cierto modo, aquel fantasma del capricho lamentable de Zambrano-Cemex con la cementera australiana Rinker, que ha costado al regiomontano sangre, sudor y lágrimas desde 2009, parecía rondar de vez en vez en la mesa de conversaciones en la conciencia de la parte mexicana, cuando KPN quería imponer condiciones desmedidas: sindicales, de empleo, de precio y otros compromisos con la “sociedad holandesa”.
El sentido común se impuso y América Móvil decidió tomar la sartén por el mango, mantener el amplio margen de libertad y decisión sobre el destino financiero de la empresa, asumir las ¿pérdidas? de su casi 30% en KPN (digamos, dejar que el tiempo las resarza) y analizar si Telekom Austria le muestra su mejor cara.
No podrá decirse lo mismo de KPN. La noticia del retiro de América Móvil de las conversaciones se dio después del cierre de operaciones de la bolsa holandesa, por lo que no se pudo conocer aún el impacto inmediato en el precio.
Sin embargo, la acción de KPN en Wall Street mostró al mediodía el potencial del ajuste: descendió desde 3.24 dólares por acción hasta 2.80 (intradía), para cerrar en 2.91, con un monto diario de operación apenas comparable a los días álgidos de inicio de la oferta (con marcado predominio de vendedores). Es decir, luego del bajón del mediodía, el ADS de KPN cerró en -8.78%.
La venta de la filial alemana de KPN (E-Plus) a Telefónica de España aliviará los compromisos inmediatos de la empresa para invertir en infraestructura en los Países Bajos. …Y tanto que ayudó la oferta mexicana para forzar un apetitoso sobreprecio al traspaso de E-Plus. (En sus respectivas esquinas, América Móvil y Telefónica de España habrán de concluir, desconcertados por semejante trance bimestral: -Nadie sabe para quién trabaja).
Pero los mayores críticos de la directiva de KPN (agrupados en la Asociación de Inversores VEB) mantendrán presión sobre el muro levantado por la telefónica con la Fundación, solicitando -como ocurrió hoy mismo- mayores explicaciones sobre el fracaso de las negociaciones y los detalles de la posición defensiva que mantuvo la empresa.
América Móvil, en tanto, ha aprendido a dar un prudente paso atrás.
No recordamos, ¿es la primera vez?
Con información de: BMV, Reuters, The Telegraaf y KPN